¿Eres un navegante inexperto y temes no saber amarrar en puerto adecuadamente? ¡Deja atrás tus miedos! A continuación te ofrecemos las pautas principales que todo buen patrón debe tener en cuenta para no naufragar en el intento.
Antes de nada, analiza con detalle la carta náutica y el derrotero para calcular el tiempo de travesía, el rumbo que debes tomar, la existencia de puntos de poco calado a la hora de amarrar… A medida que te vayas acercando al puerto, mediante el canal 9 de VHF informa a capitanía de tu llegada al puerto, no sin antes haber contactado previamente para reservar amarre (ya se sabe que en verano a todo el mundo le gusta navegar). Coloca las defensas en los costados y en la popa a una altura óptima, despeja la cubierta y prepara las amarras y el bichero para que no haya sorpresas.
¡Por fin ha llegado el momento del amarre! Suponiendo que atracas en batería, que es lo más común, puedes amarrar por popa o por proa. En la primera opción se necesitan dos largos y al marinero habrá que lanzarle primero el largo más cercano a barlovento. Colocados ambos largos, la tripulación debe llevar rápidamente la guía del ancla a la proa para estabilizar el velero. Mientras amarras con los cabos el ancla a la proa, mete todo el timón a la banda de barlovento.
Amarrar por proa puede resultarte incluso más fácil porque juegas con el movimiento natural del barco por inercia y porque existe un riesgo menor de dañar el timón. Lo que es seguro es que el proceso es casi el mismo; eso sí, llevando la codera hacia la popa. Y si te colocas al lado del muelle o de otro barco, mantén la calma. Primero lanza la amarra de proa para tener bien controlada la popa, y luego, lanza la de popa.
¡Y ya está! Ahora solo te queda disfrutar de un agradable paseo en tierra firme no sin antes presentar en el puerto la documentación requerida. Recuerda: organización, coordinación y tranquilidad son las claves para realizar un amarre perfecto. ¡Avante toda desde alquiler de barcos alicante!